La principal causa de un terremoto es el movimiento
de las grandes placas tectónicas. Depende de cual sea la intensidad del mismo,
el fenómeno sísmico puede alcanzar unos rangos u otros produciendo más o menos
daños. Un proceso que tiene lugar en la litosfera terrestre, donde la actividad
y las múltiples colisiones están a la orden del día.
Los terremotos son la simple consecuencia del
movimiento de estas placas en las zonas internas de nuestro planeta, es decir,
el último paso de un proceso que comienza en las profundidades.
Dentro del manto terrestre la inmensa capa rocosa
que se encuentra entre la corteza y el núcleo de la Tierra hay, posiblemente,
un nueva capa de placas tectónicas, afirma un nuevo estudio de la Universidad
de Houston, Texas, en Estados Unidos.
Y este hallazgo, aseguran los autores de la
investigación presentada esta semana en una conferencia en Japón, permitiría
explicar una serie de misteriosos terremotos ocurridos en el Pacífico entre
1946 y 1996.
Gracias a una técnica de mapeo en 3D, Jonny Wu y su
equipo descubrieron esta capa de placas sometida a un proceso de subducción
(por el cual borde de una placa se desliza debajo del borde de la otra) hace
millones de años.
Esta capa fue encontrada bajo la isla de Toga en el
Pacífico, una región donde se producen los terremotos más profundos del
planeta.