Destaca el incendio de Moguer (Huelva), iniciado a
final de junio (2017) y considerado como el más grave de los registrados ese
año, pues calcinó unas 10.000 hectáreas de las que casi 7.000 pertenecían al
Espacio Natural de Doñana y una veintena al Paraje Natural Laguna de Palos y
Las Madres.
Otro gran incendio, el declarado el 4 de agosto
(2017) cerca de la localidad jiennense
de Segura de la Sierra, calcinó 600 hectáreas más de gran valor ecológico,
dentro del parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas.
Los fuegos desatados en agosto al norte de las
provincias de Huelva y de Sevilla acabaron también con medio millar de
hectáreas de vegetación de los parques naturales de la las Sierras de Aracena y
Picos de Aroche y de la Sierra Norte, respectivamente, que conservaban, entre
otras especies, valiosos ejemplares centenarios de encinas y alcornoques.