La litosfera es como un rompecabezas de piezas que
se desplazan y que van configurando el relieve que conocemos. El mecanismo se
interpreta por la Teoría de Tectónica de Placas. No todas las piezas del puzzle
son iguales, sino que hay límites diferentes (divergentes, convergentes,
transformantes) que, según se produzcan en los bordes de continentes u océanos
pueden dar lugar a distintos relieves (fosas, cordilleras, fallas...) asociados
a fenómenos sísmicos y volcánicos.